FAMILIA, ADOLESCENTES Y JÓVENES CONTRA EL COVID 19
Preparado por: Magistra Magalis Cortés de Zegarra. Trabajadora Social. Secretaria de APAMES.
ASOCIACIÓN PANAMEÑA DE MERCADOTECNIA EN SALUD
FAMILIA, ADOLESCENTES Y JÓVENES CONTRA EL COVID 19
Preparado por: Magistra
Magalis Cortés de Zegarra. Trabajadora
Social. Secretaria de APAMES.
30 de julio de 2020
Familia generadora de salud y
de enfermedad. Así iniciamos este tema con la finalidad de reconocer la
importancia de la familia y de cada uno de sus miembros en la prevención de
enfermedades y la sostenibilidad de la salud familiar.
La familia es un sistema, y si
todos están bien, el sistema está bien, pero si uno o más tiene un problema o
una enfermedad toda la familia también se enferma.
Recordemos que el concepto de
salud es: bien estar físico, mental, social, espiritual y ecológico.
La enfermedad producida por el
COVID 19, afecta a toda la familia, quien pierde el estado de 'bie-nestar',
para sufrir angustia, temor, miedo, culpa, duelo, etc (mal-estar).
En
estos tiempos de pandemia por el COVID 19, es importante que compartamos
algunos detalles que nos permitirán manejar en familia las situaciones que se
nos presentan.
No
necesariamente tiene que haber salido una prueba positiva de COVID para ver
cuán afectados estamos en esta pandemia, pues hemos tenido que aislarnos, estar
privados de libertad, preocupados pensando que ya estamos contagiados, con
temor o miedo de que un miembro de la familia se contagie.
Estos
sentimientos e ideas que tienen su efecto en la familia y de una u otra manera
nos ha obligado a hacer ajustes importantes que nos permiten seguir
funcionando. Seguro que al igual que yo
se han preguntado: ¿lo estoy haciendo bien? ¿De seguro me estoy cuidando y
cuidando a mi familia? ¿Qué más puedo hacer?
Como
madres /padres /adultos en la familia nos corresponde manejar el timón, que
cada vez se hace más difícil, pero si se suelta se puede golpear con una gran
roca y tanto yo como mi familia puede desfallecer.
Vamos
a compartir algunas acciones que nos pueden ayudar, especialmente con los
miembros de la familia que se encuentran en la etapa de adolescencia y los
jóvenes. Ellos también enfrentan una
situación difícil en estos momentos de pandemia. Han tenido que abandonar
actividades importantes: reuniones con grupos de pares, sus estudios
habituales, actividades deportivas u otra de interés. Hasta dejar de visitar a familiares queridos.
Han
tenido que aislarse por amor, en muchas ocasiones puede haber producido un
sentimiento de duelo (desafío o luto) por no poder hacer lo que desean:
actividades de su agrado.
Recordemos
que en esta etapa de la vida las amistades son parte importante para su
desarrollo social.
Tareas de Acompañamiento:
Orar en familia: cultivar y reforzar el hábito de la oración en familia.
Comer en familia: volver al horario para comer todos o la mayoría de los
miembros en familia por lo menos una vez al día.
Organizar con ellos las actividades
domésticas: considerar sus opiniones, lo
que se va a comprar, elaborar el presupuesto, etc.
Incluirlos en las labores hogareñas: disfrutar haciendo los oficios de la casa, integrarlos y
agradecerles el apoyo que brindan.
Reconocer lo que están haciendo.
Aprender con ellos la tecnología: permitir que ellos nos enseñen a manejar esos aparatitos
y poner interés. Ellos se alegrarán de
enseñarnos.
Practicar juegos lúdicos: rompecabezas, india, monopolio otros que tengan a mano y
de su agrado.
Hacer ejercicios físicos: pueden hacer de su casa un pequeño gimnasio, apoyarse de
las redes sociales (you tube, otros).
Practicar la repostería: crear nuevas recetas.
Jugos, dulces, carnes, etc.
Otras actividades: de acuerdo a los gustos, preferencias e ingenio. Recordar que los adolescentes son muy
ingeniosos, tienen mucha energía y hay que explotarla, motivarlos para que se
desarrollen.
Alertas para los padres y madres
Procurar un ambiente emocional lo más sano
posible: evitar las discusiones de
pareja, aprender a manejar las diferencias sin llegar a conflictos graves
(gritos, insultos). Aprender la técnica
de los números 1-2-3-
Practicar la escucha activa: Tomar tiempo para escuchar, escuchar, escuchar…
Ser flexibles, la rigidez no es sana. Ejemplo: Negociar
cuando se puede con los adolescentes para tomar una decisión- horario para
utilizar la table-. El momento de la
comida, otras.
Estar pendiente de sus necesidades: pero sin hostigar, sin asfixiar, comprendiéndoles,
aceptar que desean su independencia y momentos solos.
Controlar la ansiedad, recordar que somos hijos de Dios y Él nos protege y que
la voluntad de Dios es que sus hijos estén bien. Podemos trasmitir nuestros miedos y enfermar a
nuestra familia.
Conversar sobre las medidas preventivas. Buscar información
precisa y veraz. Como el uso de las
mascarillas, lavado de manos, quedarse en casa, evitar las visitas y el
agruparse, mantener el distanciamiento.
Practicar la honestidad con los miembros
de la familia. Especialmente con los
adolescentes. Expresar las
preocupaciones acerca del COVID y solicitar de manera clara lo que esperan de
ellos para cuidar al resto de la familia.
No estar culpándose. De darse un contagio u otra condición en la familia,
mostrar comprensión y apoyo.
Poner atención a señales de alerta: Ellos pueden deprimirse, mostrar ansiedad. Buscar ayuda si es necesario.
Controlar el uso del internet: la disciplina en todo momento es parte de la vida. Recordar que Dios nos disciplina a través de
su palabra, es nuestro deber hacer disciplina.
En Japón ya tienen un grupo de 400 personas en tratamiento que han
desarrollado adicción al internet. Esta
enfermedad es igual a la del consumo de cocaína. Produce graves daños: físicos, mentales,
familiares y espirituales. En Panamá,
nuestros trabajadores de la salud mental también atienden con frecuencia a
niños y adolescentes con trastornos por el mal uso del internet.
Cuidar la economía del hogar: Todos deben estar consciente que esta pandemia está ocasionando
graves problemas sociales, afectando la economía por el desempleo, no sabemos
cuándo nos va a tocar. Debemos cuidar
nuestros equipos materiales, no desperdiciar los alimentos, no gastar en cosas
superfluas.
Por
último:
'Cuidar
su salud, significa cuidar a la familia.
Recordar
que el amor es un comportamiento y no un sentimiento. Quédese en casa si no
tiene nada que hacer fuera de ella'.
Magalis
Cortés de Zegarra
Trabajadora
Social
Panamá